No llevaban ni un mes viviendo en sus nuevas casas de la población Mirador del Pacífico en La Pampa cuando comenzaron las apariciones. La primera de ellas la protagonizó Jhonny, un joven que ya no vive en Hospicio y que regresó a su hogar en el sur. Este joven atendía un negocio ubicado en la esquina del Pasaje 37. Más allá de esa calle comenzaba el desierto. Una noche, cerca de las ocho, se acercó al negocio una joven que quería velas. El dependiente se dio media vuelta para buscar en el estante. Al mirar nuevamente al mesón la joven había desaparecido. Salió a la calle y vio cómo la silueta de la joven se desvaneció en medio de la pampa.
Contó esta experiencia a sus vecinos y describió a la joven como morena, bonita y de pelo negro y largo. Los vecinos del sector la identificaron como a Angélica Lay, una de las 14 mujeres que asesinó Julio Pérez Silva, el psicópata de Alto Hospicio, entre 1999 y 2001.
La animita que marca el lugar donde encontraron los restos de Angélica Lay se encuentra a 15 metros del negocio donde el dependiente vio a esta extraña joven.
Desde ese día las apariciones y los sucesos paranormales no se detuvieron.
Inés Rodríguez es la dueña del negocio en el Pasaje 37. Afirma que ella nada ha visto, pero que ha recibido varios testimonios de sus vecinos.
Afirman que no es un alma, sino que varias, entre ellas estarían Angélica Lay y Viviana Garay. Los testimonios se repiten son figuras fantasmales que caminan por los patios o que la gente ve pasar frente a sus ventanas. También se sienten llantos en medio de la noche.
Sin embargo, afirma que esas manifestaciones no son de temer y es falso que algunos vecinos estén pensando en abandonar sus casas debido a estos incidentes.
"Es más la impresión de ver a estas niñas y saber lo que ellas sufrieron. Ellas han hablado con algunos, piden ayuda, que no las dejen solas, que se acuerden de ellas", sostiene la pobladora.
Rodríguez afirma que nadie les dijo que sus casas quedarían tan cerca de las animitas donde encontraron a una de las víctimas del psicópata. "Cuando llegamos, nos dimos cuenta".
"Siempre viene gente a visitar la animita. Hay familiares que vienen una vez a la semana y también los vecinos de acá le encienden velas y tratan de mantener limpio para honrar la memoria de la niña".
Golpes y Llantos
Otra vecina del sector, Noelia Morales, sostiene que no cree en todos los testimonios, pero al mismo tiempo reconoce que en ocasiones siente que le han golpeado la puerta o escucha llantos que no tienen una procedencia clara.
Para el especialista en fenómenos paranormales, Ángel Bautista, estas manifestaciones son recurrentes y se repitan en Iquique, Hospicio y las oficinas salitreras y todas tienen un factor común: la necesidad de establecer comunicación entre los vivos y los muertos.
Las manifestaciones en La Pampa se deben a "que estas mujeres fueron víctimas de violencia y encontraron una muerte prematura".
Explica que las personas tienen una parte mental, emocional y espiritual.
"Cuando morimos lo primero que se nos va es la parte espiritual, pero la parte emocional y mental puede quedar. Esto es lo que se manifiesta. Ellas tienen asuntos o recuerdos pendientes. En este caso las niñas buscan comunicarse con los vivos para dar a conocer sus inquietudes. Para tener una conexión más cercana es necesaria la participación de un espiritista capaz de recoger esta información y procesarla", expresó.
[27 de abril de 2006]
[©estrella de iquique]
27 abril 2006
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1 comentario:
a mi tambien me asesino una ñiña tenia aprox. 11 años..me dio un patadon en el traste y me volteo a un poso..alli me hizo mierda..y me tiro un gallo,,chau..firmen lindo.ah¡soi un fantasma..por favor invoquenme q estoy sola y nesesito coca cola..
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