04 abril 2007

caen dos boqueteros más

[Punta Arenas] Caen otros dos boqueteros y los detectives aclaran 4 nuevos robos. Prácticamente desar­ticulada quedó la llamada ‘banda de los boqueteros', luego que la Policía de Investigaciones lograra detener, ayer, a otros dos implicados, que se suman a los 3 que el fin de semana capturara la Sip de Carabineros, además de Eduardo Evaristi que se encuentra encarcelado desde noviembre pasado, considerado el principal cabecilla.
La investigación de estos delitos se agrupó en una sola persona: el fiscal Eugenio Campos Lucero, quien se mostró satisfecho por el éxito de las pesquisas de ambas policías, a quienes había dado 30 días de plazo para tener resultados.
Todos los detenidos son personas jóvenes. El denominador común que marcó el actuar delictual fue el ingreso a locales comerciales y oficinas mediante forado en los techos, rotura de candados y sustracción de especies que luego vendían a terceros.
Los primeros en caer fueron Rubén Arturo Ruiz Pérez, de 32 años; y Pablo Andrés Vargas Saldivia, 21 años, sindicados por la Sip de Carabineros como autores del robo frustrado a la tienda Dijon, perpetrado en la madrugada del sábado último. Ruiz quedó en prisión preventiva, por una condena pendiente, mientras que Vargas se fue en libertad, pero con orden de firma en la Fiscalía y arraigo regional. El tribunal determinó 60 días de plazo para concluir la investigación.
Luego, el lunes 2, los mismos carabineros volvieron a remecer el mundo delictual, al conseguir esta vez la detención de un tercer boquetero: Richard Walter Newman Bachaman, de 23 años. El juez Jaime Alvarez lo envió a prisión, estableciendo 60 días para el cierre de la investigación.
Las diligencias, y trabajo de inteligencia policial, continuaron. Esta vez el golpe fue asestado por la Brigada Investigadora de Robos de la policía civil que venía trabajando silenciosamente en aclarar varios delitos. Finalmente el éxito de la operación tuvo ayer sus frutos con la detención de otros 2 boqueteros, con un amplio prontuario, identificados como Manuel Israel Quiñel Gutiérrez, 26 años, y Miguel Ángel Ranielli Aguilar, alias ‘El Rulo'.

Volvió a Ser Detenido
El primero, Quiñel, que estaba en prisión preventiva, fue protagonista de un hecho bastante inusual. Ayer, a las 10,30 de la mañana, fue lle­vado al Tribunal de Garantía para comparecer en un juicio simplificado por el delito de "robo con fuerza en lugar no habitado, en grado de tentativa". Este sujeto ingresó en la madrugada del 14 de mayo de 2006 a las bodegas de la distribuidora de alimentos de Mario Babaic, en Arauco 769. Para cumplir el cometido, Quiñel escaló un muro y luego cortó los cables eléctricos, premunido de alicates y guantes. Cuando se daba a la fuga fue detenido por Carabineros. Pero antes, alcanzó a ocultar en un neumático las herramientas utilizadas para el delito, en una casa de calle Ignacio Carrera Pinto.
En esta audiencia, el imputado Manuel Quiñel reconoció culpabilidad en este robo frustrado, recibiendo una pena de 60 días, bajo el beneficio de la reclusión nocturna.
La recuperación de la libertad fue acompañada de gestos de felicidad. A Quiñel lo esperaban familiares, quienes lo abrazaron para expresarle la alegría de volver a tenerlo con ellos.
Sin embargo, la algarabía no iba a durar mucho ya que en las cercanías del Tribunal de Garantía lo esperaban detectives de la Brigada Investigadora de Robos, que procedieron a detenerlo por la vinculación de éste con varios otros robos.

A Prisión
A las cinco de la tarde se efectuó la audiencia de control de detención, donde el fiscal Eugenio Campos formalizó la investigación en contra de Manuel Quiñel Gutiérrez y Miguel Angel Ranielli Aguilar, por robos con fuerza en las cosas reiterados, y receptación (venta a terceros del botín).
En un completo y detallado informe, donde el fiscal se extendió por casi una hora, Campos atribuyó responsabilidad a Quiñel y Ranielli en varios robos.
Las diligencias de los detectives permitió aclarar y establecer responsabilidades en el hecho perpetrado a una pesquera del kilómetro 7 y medio sur, el pasado 23 de febrero. Allí entraron a las oficinas y sustrajeron 2 equipos de radio, un computador portátil (notebook), un televisor y 5 kilos de centolla procesada. Mientras que desde la bodega, donde rompieron los candados para entrar, se llevaron un traje de buzo, una caja de herramientas, un teléfono celular, una cortadora de pasto y una hélice de mar.
Luego Campos responsabilizó a Quiñel y Ranielli de confabularse para entrar a robar al centro de eventos Los Ganaderos, el 26 de febrero, en Bulnes 0977. Dijo que estas personas, en compañía de terceras personas, lograron sacar una ventana y entrar a las oficinas, llevándose 3 millones de pesos en dinero efectivo, más un computador, un reproductor de música MP-3, además de tarjetas de prepago.
El fiscal también los acusó de haber consumado el robo descubierto a mediados de 2006, al interior de las oficinas de la seremi de Educación. En aquella ocasión descerrajaron varios muebles y sustrajeron un equipo para video conferencias, marca Sony; una cámara grabadora; un VHS y un reproductor MP-3.
Como parte de la investigación policial, durante la audiencia se le escuchó decir al fiscal que los imputados llegaron a tener en su poder, y vender a terceras personas, varias de las especies que boqueteros robaron en abril del año pasado desde una de las oficinas del campus de la Umag.
Así consta en las declaraciones que presentó como prueba el Ministerio Público. En varias de ellas se consigna la receptación (venta) de muchos de los artículos que formaban parte del botín que conseguían en cada uno de los robos.
Al final de la audiencia, los argumentos de los abogados de ambos imputados, Gustava Aguilar y Marcos Alvarado, no consiguieron revertir la decisión del juez Jaime Álvarez, que acogió la petición del fiscal Campos, y envió a ambos a la cárcel. El plazo para el cierre de la investigación se fijó en 45 días.
Al igual como ocurriera con los otros detenidos, el fiscal pidió en la audiencia la entrega del calzado de Quiñel y Ranielli, para los peritajes y comparación de huellas. Este último, además, tiene la calidad de imputado en una causa por narcotráfico.
Cabe consignar que al término de la audiencia, el fiscal Campos reconoció que quedan pendientes por aclarar los robos que sacudieron -en dos ocasiones- a la estación de servicio Shell y al edificio del obispado.
[4 de abril de 2007]
prensa austral]

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