[San Antonio] Una de las principales trabas que ha encontrado la policía para resolver el puzzle policial en torno a la enigmática aparición de Julio Manríquez en la esquina del hospital ha sido la falta de testigos. A las dos de la madrugada es muy poca la gente que circula por el sector y ayer, particularmente, habían escasos pacientes en el Servicio de Urgencia.
Otro punto importante es que en el hospital nadie escuchó el supuesto balazo que habría recibido la víctima en el mismo lugar.
Pero más allá de las conjeturas propias de la investigación, los familiares de Julio Manríquez descartan de plano la posibilidad de un suicidio. "Ninguna posibilidad de pensar en un suicidio. No tenía razones para hacerlo y él tampoco tenía acceso a armas", comentó ayer Georgina Manríquez, hermana del occiso.
La mujer reveló que ayer se enteraron, a modo de rumor, que un colectivo había ido a botar a Julio Manríquez al hospital.
Notoriamente afectada, Georgina reconoció que su hermano sufría problemas de alcoholismo, pero cuenta que era tranquilo y respetuoso.
Atleta
Según relató, Julio Manríquez practicó durante varios años atletismo, bajo las órdenes del profesor Higinio Bustos. Recordó que en los últimos años se sometió a tratamientos para superar su adicción al trago y que durante el último tiempo estaba vendiendo incienso en el centro de San Antonio.
Actualmente vivía en la población Alto Mirador de Barrancas junto a su madre Gladys Soto, una conocida vendedora de ropa en las ferias libres de la ciudad.
[19 de junio de 2007]
[©líder de san antonio]
19 junio 2007
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