15 junio 2007

pandilla secuestró a niño

[Valdivia] Dramática experiencia de joven de 14 años. Sus raptores lo llevaron en camioneta y lanzaron a un canal amarrado de pies y manos.
Un joven estudiante de 14 años de Lanco vivió una dramática experiencia que difícilmente podrá olvidar. Cuando salía de su casa a las 8 horas en dirección a su liceo, tres sujetos que se movilizaban en una camioneta lo secuestraron obligándolo a subir al vehículo, donde lo golpearon, amordazaron con su propia corbata y amarraron de pies y manos. Luego lo trasladaron hasta la salida norte de esa comuna -frente al peaje lateral- y desde unos doce metros lo lanzaron rodando por una pendiente hasta caer a un canal de más de un metro de profundidad, que por fortuna estaba seco.
Sus padres, Cristián Lara y María Soledad Gutiérrez, señalaron ayer estar aterrorizados con la experiencia. Temen que los delincuentes que secuestraron a Diego, lo vuelvan a hacer porque están libres y paseándose por las calles de Lanco. Recién ayer y después que hicieron la denuncia en Carabineros, la Fiscalía de San José envió al estudiante al Servicio Médico Legal de Valdivia para constatar las lesiones que sufrió debido a la golpiza y posterior caída al canal.
El joven dijo que ese día logró que sus propios padres y hermanos llegaran hasta el lugar para liberarlo, luego que aún amarrado, logró con la boca abrir su teléfono celular que sus secuestradores dejaron abandonado a pocos metros de él. "Con la lengua oprimí una tecla que me comunicó con mi padre", relató el menor de edad.
El padre por su parte, recordó que ese mismo día en la mañana había llamado a su hijo, pero no le respondían lo que le pareció extraño. Luego una voz desconocida para él respondió con un insulto de grueso calibre. Ahí quedó alarmado.

Antes, Asaltado
La historia del joven lanquino, sin embargo, comenzó hace 15 días en San José de la Mariquina cuando al salir del liceo al que acudía a estudiar fue asaltado y a plena luz del día le robaron sus zapatillas de marca. Debió regresar a Lanco a pie descalzo e intimidado por los asaltantes a que debía callar y no hacer denuncias, porque de lo contrario lo pasaría mal él y su polola.
Sus padres recordaron que, efectivamente, notaron "raro" a su hijo. No quiso volver a San José y tuvieron que matricularlo en Lanco, donde el martes nuevamente volvió a ser atacado. Según Cristian Lara, su hijo identifica plenamente a quienes lo están acosando, tanto a él como a la familia entera "y lo peor es que están libres".
[Juan Vargas O.]
[15 de junio de 2007]
austral de valdivia]

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