20 marzo 2008

Le Sacaron un Ojo

[Lota] Médicos lograron devolverle milagrosamente la vista. Golpearon a discapacitado mental y le sacaron un ojo.
En medio de sus constantes burlas y ataques, un grupo de desadaptados que trabajan en la feria de Lota le lanzaron una papa y lo mandaron al hospital.
Una papa fue el proyectil usado contra Miguel Ángel Celedón, cuyo único ingreso es el que logra haciendo fletes y ayudando a los clientes de la feria lotina. Por eso tiene miedo, ya que sabe que tendrá que volver a convivir con sus agresores.
Cada vez que Miguel Ángel Celedón, ‘el Pipí', pasa con su carrito de fletes por la feria de Lota, un grupo de locatarios se burla de él, le grita insultos y a veces le revienta tomates en la cara. Todo, como muestra de rechazo a la discapacidad mental que heredó de su madre. El viernes recién pasado no fue la excepción. Sin embargo, esa noche la crueldad se les fue de las manos.

Cruel Agresión
Justo cuando el hombre de 42 años venía arrastrando su carretela y gritando "piiiiipí" - imitando el sonido de una bocina-, uno de los sujetos que acostumbra a ridiculizarlo le lanzó una manzana y otro una papa directo a la cabeza.
La fuerza del último impacto fue tal que su ojo derecho salió de su cuenca, hasta quedar suspendido en medio de una mancha de sangre y humores acuosos, que obligaron a a trasladarlo de urgencia a Concepción.

Milagro
Sólo un milagro permitió que los médicos pudieran salvar el órgano y ahora sólo luce hinchado, con puntos y enrojecido, pero la familia se pregunta qué pasará cuando Miguel vuelva otra vez a la feria.
De hecho, un familiar de la víctima teme represalias. Argumenta que "no lo hacen sólo con él, sino con cualquier persona desvalida".
Comentó que acudieron a la Policía de Investigaciones, pero que sólo pidieron una orientación, aunque no han descartado interponer una denuncia.

'El Pipí'
Llegamos ayer hasta la cama 1 de la sala siete de Oftalmología, donde se recupera ‘El Pipí', un hombre delgado y de cara bonachona, cuyo cuerpo se contrae al recordar la noche del viernes. "Pensé que iba a perder el ojo", dijo al acordarse del globo que colgaba de su cara.
Con timidez, Miguel explicó que los ataques son cuestión de todos los días y que siente miedo de volver a encontrarse con sus agresores, lo que no debería tardar pues su recuperación ha sido rápida.
Sus colegas de la feria, quienes en su gran mayoría repudia lo hecho por el grupo de atacantes, lo esperan preocupados y esperan que esta situación no se repita ni con él, ni con ninguna otra persona.

Feriantes Airados
La presidenta de la Feria de Lota, María Pedreros, explicó que los agresores serían cuatro sujetos jóvenes que trabajan en el lugar y que tienen conductas agresivas con los más débiles. "Conversamos con los inspectores municipales y les pedimos que si hay alguien que tiene patente de ellos, tomen medidas". Aclaró que la mayoría de los feriantes son gente buena y honrada que repudian lo ocurrido.
[Tania Merino]
[20 de marzo de 2008]
crónica]

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