04 agosto 2007

raptada hace 14 años

[La Serena] Entablan querella para investigar posible rapto de un bebé hace 14 años.
El diputado Marcelo Díaz (PS), en representación de la pobladora Mónica del Carmen Figueroa Díaz, presentó una querella en contra de todos quienes resulten responsables por el posible delito de sustracción de menor, cometido en contra de una hija recién nacida de la mujer. La niña, llamada María Belén Figueroa Figueroa, habría sido robada desde su lugar de nacimiento, el Hospital de La Serena.
Según la denunciante, en la madrugada del 5 de diciembre de 1993, cuando tenía seis meses de embarazo, ingresó de urgencia al centro asistencial. Allí un médico dio instrucciones para apurar el parto. A las 13.30 fue trasladada al pabellón, donde la pequeña nació por parto natural. La enfermera ayudante se la llevó a la sección de Neonatología para colocarla en una incubadora, sin mostrarla a su madre en ningún momento.
"Siempre me dijeron que tenía que esperar. Alrededor de las 11.00 (del 6 de diciembre), una vez que el doctor terminó de examinar a los recién nacidos, me apresuré para preguntarle por mi hija. Me dijo que había nacido con los órganos vitales muy débiles y que no sobreviviría, pero que luego me vendrían a buscar para que pudiera verla. Esperé ansiosa ese momento, pero fue en vano, nunca nadie se acercó a buscarme o a darme algún tipo de explicación por lo que estaba sucediendo. Nunca pude ver a mi hija", relató la mujer.
Supuestamente, la bebé vivió sólo 19 horas, tiempo en el cual la progenitora nunca la vio, ni siquiera cuando le avisaron de su deceso. Otros acontecimientos extraños habrían ocurrido, tales como la insistencia por parte de una enfermera en incinerar el cuerpo en el recinto hospitalario, sin dejar que la madre la viera antes del procedimiento, mientras que la ficha hospitalaria de la recién nacida se extravió. Cuando por fin le entregaron los restos, se trataba de una guagua completamente envuelta en una sábana -lo que impidió mirarla- y con un fuerte olor a cadáver, en circunstancias que sólo habían transcurrido cuatro horas desde su supuesto fallecimiento. Sin embargo, desistió de exigir explicaciones al hospital o ejercer alguna acción legal.
Los años pasaron. Hoy, con la convicción de que su hija fue robada, Mónica Figueroa acudió al parlamentario para que éste, en su calidad de abogado, presentara el escrito legal, en el cual se pide a la justicia la exhumación del cadáver, a fin de determinar si verdaderamente el recién nacido que enterró corresponde a María Belén.
"La señora Mónica no sólo ha sufrido el dolor de perder a su hija, sino también la incertidumbre de no saber si la persona que lloró, por aquélla que tanto sufrió, era efectivamente su hija. Es una duda terrible y nadie merece vivir con ella. Por eso haremos todo lo posible para esclarecer esta situación y así entregarle un poco de paz y tranquilidad", declaró Díaz.
[Pablo Portilla]
[4 de agosto de 2007]
la tercera]

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