15 marzo 2008

Se Culpan de los Asesinatos

[Santiago] Córdova y Mendoza se culpan mutuamente por los asesinatos de los cabos.
Los careos entre supuestos asesinos de los cabos favorecerían al último detenido, formalizado ayer por el Ministerio Público por robo con homicidio por el cruento asalto al frigorífico Igofrut.
La férrea negativa de Ramón Córdova Olave (36) a reconocer el asesinato del cabo Job Burgos Burgos (30) y las múltiples contradicciones de Felipe Mendoza Rojas (28), autor confeso de la muerte del cabo Carlos Cuevas Golmo (36), han llevado al fiscal militar Pedro Rossel a considerar la posibilidad de que el último detenido por el asalto al frigorífico Igofrut en Quilicura esté diciendo la verdad.
Ambos fueron careados ayer en la mañana y parte de la noche en la Quinta Fiscalía Militar, tribunal que lleva la causa por el asesinato de los carabineros. Córdova, el último detenido por el atraco y doble homicidio, ocurrido el 12 de febrero pasado, admitió haber disparado sólo contra el radiopatrulla en que se movilizaban ambas víctimas. En su versión, él no podría haber impactado al cabo.
Según su declaración, la que estaría avalada por la reconstrucción digital que realizó el Labocar de Carabineros del doble crimen, en el tiroteo él se encontraba ubicado hacia la izquierda del cabo Burgos, quien recibió el impacto mortal en el costado derecho del tórax, en un lugar donde no lo protegía el chaleco antibalas. Además, entre ambos se interponía toda la parte delantera del vehículo policial.
Asimismo, se sospecha que Mendoza se encontraba en mejor posición para recoger el revólver del cabo Cuevas, quien cayó muerto después de que él le disparara en el cuello. De acuerdo a los peritajes balísticos, el arma del cabo Cuevas se utilizó para asesinar a su compañero. Mendoza admite haber disparado sólo contra el cabo Cuevas, pero su versión es más confusa.
A todo esto se debe agregar que la balacera se desarrolló en medio de la oscuridad y que en ella además habría participado otro de los asaltantes, José Muñoz Vilches. Este sujeto también portaba un arma cuando fue atrapado cerca del lugar en que se produjo el tiroteo. Muñoz Vilches niega haber disparado contra los policías uniformados, pero hasta ahora es el único sometido a proceso por el fiscal Rossel.

Reconstitución y Procesamientos
Precisamente, para decretar los procesamientos de Córdova y Mendoza, el fiscal Rossel realizará mañana domingo en la noche otra reconstitución de escena en la que participarán los tres sujetos. Después de esta pericia, el juez militar decidirá si procesa a ambos por los delitos de maltrato de obra a carabineros con resultado de muerte, delito que tiene una pena de cadena perpetua efectiva, es decir, 40 años de cárcel. También resolverá si mantiene el procesamiento de Muñoz Vilches como coautor del mismo delito.
El fiscal Rossel activó los procesamientos apenas fue capturado Córdova. En la mañana de ayer también careó a este sujeto con los miembros de su red de ayuda, Alejandra Duque Pradenas (conviviente), Guillermo Contreras Quevedo, Miguel Olguín Ruz y la pareja de este último, Mirta Andrea Sáez. A los cuatro los encausó como encubridores.

Formalizado por el Asalto
La Fiscalía Centro Norte, en tanto, que lleva la causa sólo por el asalto, formalizó ayer a Córdova por el delito de robo con intimidación y violencia. Con este paso, toda la banda conformada por Córdova, Mendoza, Muñoz Vilches, Alejandro Salas Munita, Carlos Muñoz Pavez, Edwin Rodríguez Ferreiro y Luis Aravena se encuentra en prisión preventiva mientras duran los 180 días de la investigación.
En la lectura de formalización de cargos contra Córdova, el fiscal José Morales lo acusó directamente de haber liderado, primero, el secuestro del contador Mario Bravo Araya y, después, el atraco en sí. Según el fiscal, Córdova amenazó con "reventarle" la casa al empleado del frigorífico para que le abriera la bóveda. También lo amenazó con dispararle a los pies si se equivocaba con las claves.
En la audiencia de formalización también se supo que Córdova dejó caer su carné de identidad en el frigorífico, un error que no cometen los delincuentes más avezados. Es decir, no van a asaltar con la cédula de identificación.
Además, Córdova no presentó reclamos por el trato policial recibido durante la detención, aunque su abogado, Fernando Insunza, insistió en que los efectivos del OS-9 lo habían golpeado cuando intentaron interrogarlo en el hospital San Juan de Dios, donde los detectives habían llevado a Córdova para constatar lesiones.

Dato
A la salida del Segundo Tribunal de Garantía, el fiscal Morales anunció que la próxima semana formalizará a Córdova por el asalto frustrado que afectó a un camión blindado de la empresa Dunbar, hecho ocurrido el 11 de enero de 2007, a la entrada de la Universidad Central. También se indaga la vinculación de Córdova con un robo que afectó al hotel Crowne Plaza en el año 2003.
[Claudio Leiva]
[15 de marzo de 2008]
la nación]

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