13 septiembre 2008

Absuelto tras 11 Meses de Cárcel

[Alto Hospicio] Minusválido estuvo once meses presos y fue absuelto. Durante once meses Manuel Cerda Arenas estuvo en prisión preventiva en el complejo de Alto Hospicio acusado de integrar una banda de narcotraficantes que fue desarticulada con 113 kilos de droga en la operación Lobo de Mar.
Los magistrados del Tribunal Oral en lo Penal de Iquique lo absolvieron al establecer que no tenía ninguna vinculación con los otros once sujetos que ya están condenados.
Sus abogados defensores, Daniel Riquelme y Rocío Méndez, presentaron una serie de pruebas con las cuales consiguieron desechar la tesis de la fiscalía, permitiendo a los magistrados llegar a la convicción que Manuel Cerda era inocente.
Fue detenido a comienzos de noviembre del año pasado por la policía en Santiago y trasladado a Iquique. Se le vinculó a la organización debido a que en marzo acompañó a un amigo hasta Iquique para comprar un vehículo, pero el negocio no se concretó y luego regresó a la capital. Nunca más lo vio hasta cuando lo encontró en la cárcel de Alto Hospicio.
Durante los once meses que Manuel Cerda estuvo recluido vivió una verdadera pesadilla. Estaba lejos de su familia y el único contacto que tenía eran las cartas que le escribían sus cuatro hijos. Sus testimonios lo llevaron a intentar quitarse la vida en varias oportunidades hasta que se aferró a Dios y pudo sobreponerse. Desde ahora un prendedor con la palabra Dios lo acompaña para todas partes.

En Cultos
"Participé en cultos llevado por un interno Ricardo Concha a quien le doy las gracias por sacarme del difícil momento. Es que sabía que mi hija estaba sufriendo al igual que yo. Ella lloraba en el baño de su colegio y yo sin poder hacer nada".
Las murallas de su celda fueron testigos de lo que estaba viviendo, no podía dormir y su vida había cambiado radicalmente.
Cerda perdió sus dos piernas en 1984 cuando cumplía con el servicio militar en el Fuerte Baquedano. Una bomba le amputó sus extremidades.
"Estuve internado en el Hospital Militar en Santiago. Un compañero hizo una manda a la Virgen del Carmen y logré sobrevivir", dijo.
Se desplaza en una silla de ruedas que está en muy malas condiciones. Está oxidada y a los costados tiene dos pedazos de cholguán para cubrir las ruedas.
Sobrevive con una pensión que le entrega el Ejército de 104 mil pesos y realiza trabajos en mueblería. Además, por intermedio de la institución compró una casa con un préstamo a 22 años y la arrienda en 80 mil pesos.
Al recuperar su libertad se abrazó con su familia y agradeció a sus abogados Daniel Riquelme y Rocío Méndez. "Realizaron un excelente trabajo y al final se hizo justicia gracias a ellos".
Recordó que cuando lo detuvieron lo trasladaron engrillado en un carro de Gendarmería desde Santiago a Iquique.
Pero su pesadilla ya terminó y ahora regresa a Santiago para estar junto a sus hijos después de permanecer once meses en la cárcel por un delito en que la justicia lo absolvió.
[Jorge Solimano Q.]
[13 de septiembre de 2008]
estrella de iquique]

1 comentario:

Anónimo dijo...

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