
Había otra arma en el domicilio de Alarcón y también una segunda persona que la disparó. La Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones analizó las vainillas de las balas encontradas y determinó que las "huellas" que quedaron marcadas en los casquillos corresponden a dos armas distintas y no a una como había asegurado la imputada en un primer momento.
Con los nuevos antecedentes el fiscal de la Zona Metropolitana Sur, Luis Herrera, decidió volver a interrogar a la mujer. Según fuentes cercanas a la causa, Alarcón tras conocer la evidencia reunida por el Ministerio Público admitió que estaba acompañada cuando cometió el crimen.
La imputada habría revelado también el nombre del segundo homicida. Se trataría de su ex conviviente Cristián Sánchez, a quien se le atribuyen vínculos con narcotraficantes de la zona sur de la capital.
La primera versión de la imputada era que sola había disparado dos cargadores completos, porque temía por sus hijos que dormían en el segundo piso de la casa. El fiscal dirigió ayer la reconstitución de escena del doble homicidio.
[17 de agosto de 2007]
[©la nación]
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