07 junio 2006

el chacal de nahueltoro

[Manuel Torres Abarzúa] Archivos del crimen. Embrutecido por el alcohol, Jorge del Carmen Valenzuela Torres desató horrorosa tragedia en el campo. ‘Chacal de Nahueltoro' exterminó a conviviente y sus 5 hijos. Las víctimas fueron encontradas con grandes piedras sobre el cuerpo por dueño del Fundo Chacayal, en la comuna de Coihueco. ‘El Canaca' fue detenido un mes después en una ramada. Ha dado mucho que hablar / crimen tan premeditado / y a muerte lo han condenado / por esta causa al Chacal. "Según el juez del lugar / la culpa la tuvo el vino / el que sigue este camino / con frecuencia se embrutece / y es peor que martes 13 / el que tiene este destino", rezan los versos de un poeta popular.
A partir del homicidio múltiple cometido por Jorge del Carmen Valenzuela Torres en el pueblo de Nahueltoro, VIII Región, la figura del chacal hizo su irrupción en nuestra sociedad y cada cierto tiempo la crónica roja se encarga de difundir la aparición de un nuevo criminal con estas características en algún punto del país.

Ansiosa Espera
La tarde del 20 de agosto de 1960, Valenzuela, alias ‘El Canaca', estaba borracho y ansioso de que regresara pronto de San Carlos su conviviente, Rosa Rivas, de 38 años, quien había viajado a cobrar la pensión de viudez.
A toda costa quería seguir bebiendo, pero como no tenía ni una chaucha en sus bolsillos contaba con ese dinero para seguir con su solitaria juerga en el rancho que tenían levantado en el campo. La mujer y su prole habían sido desalojados de la casa que tenían asignada en un fundo, luego de que al patrón no le gustó que se emparejara con el alcohólico trabajador.
Y fue el destino, ese azaroso camino que sorprende, el que tenía escrito que el hombre se convirtiera en uno de los asesinos más sanguinarios de nuestra historia.

Enceguecido
Debido a razones burocráticas, ese día su pareja no pudo cobrar la pensión que recibía por su fallecido marido, con quien tuvo cinco hijos. Pero el analfabeto campesino creyó que todo era una mentira de Rosa para impedir que continuara la ingesta de vino tinto. Y su violenta reacción no se hizo esperar.
Con su guadaña en ristre, Valenzuela se abalanzó sobre la mujer, cocinera del Fundo Moticura, y la mató con alevosía.
A continuación, y completamente enceguecido, fue en busca de los pequeños.
El primero en ser asesinado fue un bebé de pocos meses, quien se encontraba al interior del improvisado inmueble.
A los otros niños los persiguió por el campo y uno a uno fueron cayendo en sus manos.
Una vez que concluyó la matanza, y en forma inexplicable, el enloquecido chacal puso piedras sobre cada uno de los cadáveres, tras lo cual huyó del sector.
Quelo Dinamarca, dueño del Fundo Chacayal, encontró los cuerpos de las seis víctimas y avisó a la policía. Un mes después, carabineros detuvieron a "El Canaca" en una ramada.
Tres años pasó el campesino en la cárcel de Chillán, hasta que la justicia estimó que debía pagar con su vida los crímenes que llenaron de sombras a Nahueltoro, comuna de Coihueco.

Condenado a Muerte

La condena a muerte del ‘Chacal' desató una gran polémica en su momento, la que con el correr del tiempo se activó cada vez que un criminal enfrentaba al pelotón de fusilamiento.
¿Para qué se rehabilita a un preso si finalmente se le quita la vida?, era la pregunta que desataba opiniones encontradas.
"Lo que él pudo aprender fue fantástico en 32 meses de cárcel. El que aprende es el que quiere aprender. Había en él elementos valiosos", señaló Eloy Parra, sacerdote de la zona que lo acompañó hasta el día de su muerte.
Aunque los presos le temieron a su llegada al penal de Chillán, se trabó entre ellos una férrea amistad. Durante los tres años que duró el proceso y que estuvo en la cárcel, Valenzuela se arrepintió de los crímenes y abrazó la religión católica. Además, aprendió a leer, a escribir y a fabricar guitarras.
Sin embargo, el indulto presidencial nunca llegó. No se tomó en cuenta que el hombre había dejado atrás su salvajismo.
El 30 de abril de 1963 las balas acabaron con su vida. Desde esa época hay una animita en el Cementerio de San Carlos.
Las anécdotas de Nelson Villagra, el actor que encarnó al asesino en la película de Miguel Littin
El actor Nelson Villagra interpretó a ‘El Canaca' en la famosa película de Miguel Littin de 1969, todo un hito en lo que se llamó el Nuevo Cine Chileno. Al año siguiente, Villagra recordó en la Universidad Católica varias anécdotas del filme, rodado casi como un documental en el mismo sitio donde ocurrieron los hechos y con gente que habitaba el sector.
"Esa gente reaccionó como reconociendo a 'El Canaca' en mí, lo que me estimuló mucho. Encontraban que el vestuario, mi actuación e incluso mi conformación física se acercaban bastante a lo que era Valenzuela".
"Una de las relaciones más directas fue la que tuve con las niñas, las que formaron mi familia. Al momento de filmar, dos de ellas se pusieron a llorar y al comienzo no entendíamos qué sucedía. Era que allá, en la región, 'El Canaca' se ha convertido en leyenda; como cuando a mí me metían miedo de niño con 'El Torito': Un bandido que nunca supe siquiera si era bandido. Algo como el Cuco de los niños de ciudad".
"Ciertamente a esas niñitas se las había atemorizado con te va a venir a buscar 'El Canaca'. Las mocosas realmente se asustaron ese día. Tuvimos que darles un café y yo comencé a tomar una relación personal con ellas, porque antes sólo las había saludado. Cuando me abalancé sobre ellas con el cuchillón, una de ellas tuvo casi un ataque, que sin duda era un miedo que movía toda su imaginación".
"La relación que tuve con el resto de la gente del ambiente fue bastante original. Era una actitud como condescendiente con alguien ya condenado, predestinado a la muerte. Por lo mismo, una relación de especial simpatía: Pobre tipo que lo van a matar. A muchos les resultaba muy curioso que yo pudiera ser 'El Canaca', pues percibían que no era exactamente alguien del pueblo, pero quedaban en una perplejidad no resuelta..."
[Manuel Torres Abarzúa]
[7 de junio de 2006]
la cuarta]

5 comentarios:

Melissa dijo...

Muy interesante, da mucho en que pensar sobre si la pena de muerte realmente sirve para eliminar aquellos delicuentes de la sociedad o si es mejor rehabilitarlos para que se integren nuevamente a la sociedad. Despues de todo somos seres humanos y merecemos el perdon.

quique dijo...

si fuera tu hija o tu hermana la victima de tan infeliz asesino , estoy segur que no pensarias lo mismo , el que mata sobre todo a criaturas inocetes que no tienen posibilidad de defenderse ese debe ser muerto , solo asi estos malditos lo pensaran antes de matar . Enrique .

Anónimo dijo...

te apoyo quique

Anónimo dijo...

creo que todos sabemos que el crimen fue terrible, pero lo que se discute es si era necesario educarlo y luego matarlo, mejor hubiese sido que lo mataran a los 3 días de la condena no a los años, con educación arrepentimiento

Daniela dijo...

Todos tenemos distintas opiniones, yo apoyo la empatía de Melissa y el sentido de la justicia de quique. Creo que estuvieron bien en fusionar la rehabilitación con la pena de muerte. ¿por que?, porque uno cosecha lo que siembra. Fue una buena decisión, porque el hombre se arrepintió y aprovecho el tiempo que le duraba de vida, porque el sabia que le quedaba poco, cualquier persona hubiese razonado que frente al poco tiempo que quedaba de vida no valía la pena camiar de actitud, pero el lo hizo igual, se rehabilito y se arrepintió y afronto con valentía su castigo porque sabia que lo que había hecho era malo y que merecía una sanción.