05 diciembre 2007

Se Llevaba el Correo para Su Casa

[Valparaíso] Cartero desquiciado se llevaba toda la pega para la casa. La vivienda está atiborrada de cartas de todo tipo. Gerente de Correos constató que pertenecían a empresas privadas.
El susto de su vida se llevó la dueña de una casa del cerro Cárcel, al tomar posesión, tras largos años de su propiedad, ubicada en calle La Leona, en las inmediaciones de Subida Cumming. Allí, hasta el domingo antepasado había vivido un sujeto el que resultó ser un verdadero cacho como arrendatario. No le pagaba, tenía la casa en la miseria, y tampoco cancelaba luz ni agua.
Recién en estos días el sujeto se mudó y la propietaria fue a ver su casita.
Grande fue su sorpresa al descubrir que en la misma vivienda, en el patio, e incluso en la quebrada, estaban arrumbadas miles de cartas. Los sobres con correspondencia estaban en bolsas de plástico, o simplemente atochadas en las dependencias de la vivienda.
La dueña de casa se asustó. Sabía que ese era el producto de un delito y por ello, lo primero que hizo fue ir a avisar a Correos.
Ayer, el gerente de la zona centro de la empresa de Correos de Chile, Carlos Covarrubias, se apersonó en el lugar y constató que las misivas no pertenecen a esa empresa. "Se trata de correos privados, estamos tomando contacto con ellos, para que vengan a retirarlas", precisó.
La situación está en manos del Ministerio Público. En el lugar existe resguardo policial y se supo que el Fiscal autorizó para que la correspondencia sea entregada a la respectiva empresa privada.

Casa-Buzón
La Estrella pudo conocer el lugar y la forma cómo esa vivienda se convirtió en un gran buzón, donde las cartas estaban por todas partes. Son misivas de empresas, cartas de cobranzas, de información de bancos comerciales e incluso hay correspondencia oficial.
Según relató la propietaria, su arrendatario que estuvo por cuatro años en el lugar, nunca quiso recibirla en la vivienda. La citaba a un lugar del centro y allí le lloraba miserias diciéndole que no le pagaban por su trabajo, que tenía un hijo estudiando en la universidad y que la plata no le alcanzaba para nada. Fue así como le quedó debiendo el arriendo y ahora está constatando con horror que las cuentas comienzan a llegar con gruesos saldos morosos. Sólo en agua potable tiene deudas por 110 mil pesos y teme que pase lo mismo con la luz. Como ella quería venirse a vivir a su casa, no entabló juicio. Prefirió esperar a que el sujeto se fuera, pero ahora se encontró con esta sorpresa y teme que el delito de botar la correspondencia la afecte. De ahí que personalmente hizo la denuncia.
[Carlos Paredes]
[5 de diciembre de 2007]

estrella de valparaíso]

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