15 septiembre 2008

Hermano Muerto Entró por la Puerta

[Hualpén] Falleció atropellado y apareció vivo a los tres meses. Víctor Betanzo sepultó a NN convencido de que era su hermano Juan. Quedó helado cuando le golpeó la puerta.
En el tercer patio del Cementerio de Carampangue, al lado de la tumba donde descansan en paz los restos de la madre de los protagonistas de esta historia, fue sepultado el falso Juan Betanzo.
La impresión de su vida se llevó un hombre que veló y sepultó el cadáver de un NN, convencido de que era el de su hermano, cuando el supuesto difunto "resucitó" y le tocó el timbre de su casa para visitarlo, luego de tres meses en el Patio de los Callados.
El 21 de junio pasado, Víctor Hugo Betanzo fue alertado de un terrible atropello en el sector del Peumo, en la Ruta 160, que une Peumo con Hualpén.
Alguien le sopló que en la morgue del Hospital de Arauco yacía el cadáver destrozado de la víctima y todo hacía presumir que se trataba de su hermano Juan, un temporero de 51 años.
Víctor no lo pensó dos veces, se armó de valor y concurrió al recinto. Al entrar al lúgubre depósito, su corazón comenzó a latir a full: Los restos parecían los de Juan. Pese a que el rostro estaba desfigurado, el reloj, los jeans y las botas eran iguales a los que usaba su brother. "Sí, es él", dijo escueto y emocionado.
Rápidamente hizo los trámites para sacarlo de ahí y darle cristiana sepultura.
El difunto fue sepultado en el tercer patio del Cementerio de Carampangue, cerquita de donde descansan los restos de la madre de los protagonistas de la historia.

¡Milagro!
Pero el largo duelo de la familia fue interrumpido cuando el jueves pasado Juan apareció vivito y coleando en el palacete de Víctor, en la población Armando Alarcón del Campo, en Hualpén.
Le contó que andaba trabajando en Collipulli y no entendía por qué su hermano estaba pálido y no le hablaba.
El viernes pasado, ya repuestos de la tremenda impresión, ambos acudieron a Carabineros de Arauco, donde dejaron constancia del pastelazo y de su intención de colocar a disposición del Ministerio Público los nuevos antecedentes.
La Fiscalía local le cargó "el muerto" a la familia, que fue la que se condoreó con el reconocimiento. "Acá no hay negligencia de ninguna institución, la negligencia de reconocimiento es del pariente que aseguró que es su hermano y que al final resulta que no es", sentenció el fiscal Andrés Ortiz
Y para aclarar quién realmente es el que se encuentra enterrado, se ordenó la exhumación del cuerpo y nuevos análisis de sangre.
Más explicaciones para lo inexplicable las da Teresa Santibáñez, hermana materna del resucitado Juan: "Lo velamos acá, pero no lo pudimos ver porque el de la funeraria dijo que el cuerpo estaba destrozado, no sé qué paso".
[15 de septiembre de 2008]
la cuarta]

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