20 agosto 2006

hora de la verdad

[Santiago] [Luis Vieyra Olivares ] Este martes la justicia dará a conocer la pena contra los sujetos que cometieron brutal homicidio y robo. Llega hora de la verdad para los asesinos de Pedro Mattar. Su padre, el ex fiscal económico del mismo nombre, recuerda la trayectoria de un hijo ejemplar.
La madrugada del 24 de julio del año pasado Pedro Mattar Oyarzún fue asesinado por un grupo de asaltantes que, luego de golpearlo de forma brutal, lo lanzaron agónico al Canal San Carlos tras obtener las claves secretas de sus tarjetas de crédito.
Este martes, la justicia dará a conocer las condenas en contra de las cuatro personas involucradas en el brutal homicidio. Tres están presos en la ex Penitenciaría y uno en la Cárcel de Alta Seguridad.

Amante del Tenis
Horas antes de su muerte Pedro Mattar, de 36 años, soltero, habló con su padre, Pedro Mattar Porcile, ex fiscal nacional económico, quien venía llegando de un viaje. Ambos acordaron verse al día siguiente para conversar de lo humano y lo divino en la reunión familiar dominical.
Pero el muchacho, administrador de empresas, nunca llegó a la cita, como recuerda el progenitor.
Ahora para su familia sólo queda la imagen del hijo alegre, muy bien considerado en su trabajo, que vivía contento con lo que hacía, que tenía muy buenos amigos y que en su juventud destacó en los deportes jugando tenis.
En algún momento Pedro hasta pensó en dedicarse profesionalmente al tenis, pero no lo hizo y siguió con sus estudios.
Quienes lo amaron también traen a la memoria su corrección, su gran corazón, la generosidad y el desprendimiento por las cosas materiales. Precisamente su deceso a manos de unos conocidos malandras del Barrio Suecia, ocurrió para arrebatarle dinero con el que los delincuentes compraron toda clase de cosas.

Lector Voraz
Entre las aficiones de Mattar hijo estaba la literatura. Prefería las novelas históricas. Leía todo lo que llegaba a sus manos y su pieza rebosaba de libros.
En su vida tampoco faltaba el buen cine, la música clásica y las visitas al Teatro Municipal para disfrutar de un espectáculo artístico de calidad.
Entre otras características de Pedro se menciona su facilidad para sociabilizar con la gente, la empatía que irradiaba y su sencillez.
No hacía exclusiones de ningún tipo, por lo que era común verlo charlando horas y horas tanto con un vendedor de diarios, un profesor universitario o un mendigo.

Buscando el Destino
Respecto de su vida sentimental se recuerda un pololeo que duró aproximadamente dos años y medio.
Meses antes de su asesinato tuvo sus pinches y le gustaba disfrutar de la vida como cualquier otra persona.
Dicen sus cercanos que a lo mejor él se encontraba buscando su destino.
Por eso mismo no entienden cómo, por esas contradicciones de la vida, los asesinos truncaron el futuro de alguien sano y que estaba lleno de expectativas.
[20 de agosto de 2006]
la cuarta]

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