02 octubre 2008

Cae Alcahueta Asesina

[Los Ángeles] Brutal caso de homicidio conmocionó a Los Ángeles. Consiguen captura de mujer prófuga por crimen de ciudadano nicaragüense.
Norma Viviana Lara González (46) es la asesora del hogar que, en noviembre de 2002, se puso de acuerdo con su patrona para dar muerte al conviviente de ésta y cobrar un millonario seguro de vida. Para tal efecto, contactó a dos sicarios, que lo ultimaron propinándole 26 puñaladas, a cambio de $200 mil.
Es uno de los crímenes más escabrosos de los que recuerda Los Ángeles. De hecho, los motivos que lo originaron y la manera en que se materializó llamaron la atención de los responsables del popular programa de televisión ‘Mea Culpa', que le dedicó uno de sus capítulos, por supuesto, con una alta sintonía como recompensa.
La historia, que data de noviembre del 2002, tuvo ayer un nuevo episodio, cuando la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones de Los Ángeles, consiguió la aprehensión de Norma Viviana Lara González (46).
Esta mujer, de acuerdo a lo establecido por la investigación instruida por el Primer Juzgado del Crimen, fue quien contactó a los sicarios que ultimaron, propinándole 26 puñaladas, a Mario José Abaúnza Hunter, ciudadano nicaragüense pareja de la angelina Marcela Alejandra Carrillo González, con quien habitaba en la villa Mininco.

Brutalidad Extrema
Norma Lara era la empleada en la casa de este matrimonio. Como tal, le tocó presenciar los constantes y violentos castigos físicos recibidos por su patrona de parte de Abaúnza Hunter, que se desempeñaba como traductor en una compañía local.
Muchas veces tuvo la tarea de curar las heridas que le provocaba el occiso a su jefa, y esos momentos propiciaron una relación de confianza entre ambas.
A tal punto, que Carrillo González le habría confesado su íntimo deseo de acabar con la vida de su cónyuge, para terminar con el sufrimiento que le causaba y –de paso- cobrar el suculento seguro de vida que había contratado –por $20 millones-, del cual era la única beneficiaria.
Lejos de objetar su propósito, la asesora del hogar le indicó cómo concretar el plan. Le dijo que conocía a dos personas que podrían "hacerse cargo" del asunto, pagándoles una módica suma y sin dejar rastros.
Tras las dudas razonables, ambas determinaron dar ejecución a lo acordado.
El día del hecho llevaron a su víctima hasta un sector rural cercano a Los Ángeles. A bordo de un vehículo y por medio de engaños, le manifestaron que en ese lugar delincuentes habituales le venderían artículos electrónicos robados a muy bajo precio, los cuales mantenían ocultos en un depósito.
Los ladrones -Juan Castro Zurita, alias el ‘Coliche' y Jorge Yáñez Alarcón, el ‘Zorro'- eran, en realidad, los sujetos contratados para acabar con sus días, lo cual cumplieron apuñalándolo en 26 ocasiones.
Tras ello, los implicados escaparon en diversas direcciones, pero las rápidas diligencias practicadas por la Policía de Investigaciones permitieron su captura en cosa de horas.

Ejemplares Castigos
Marcela Carrillo, hoy de 40, cumple una condena de 20 años de reclusión como autora intelectual de homicidio. En sus declaraciones a la justicia ha señalado que los dos hombres contactados debían golpear a su esposo, como una "represalia por siete años de maltrato de todo tipo, pero se les pasó la mano".
Castro Zurita y Yáñez Alarcón, autores materiales del crimen, cumplen una pena de 12 años de presidio efectivo en la cárcel de Los Ángeles, mientras que la nana, tras permanecer dos años interna en Centro de Detención Preventiva local, fue favorecida con la libertad vigilada gracias a su buena conducta. Esto, a la espera de la resolución definitiva de la Corte de Apelaciones de Concepción.
Precisamente, el tribunal de alzada penquista determinó hace algunas semanas revocar el beneficio, obligando a la mujer a volver a prisión para purgar su castigo.
Sin embargo, cuando se intentó notificarla, ya no estaba en la dirección que dio al tribunal.
"Se cambió de domicilio en numerosas oportunidades, cambiando además sus rasgos físicos más notorios, como corte y color de pelo, trabajando por cortos periodos de tiempo en distintos lugares, con el fin de no ser ubicada por la policía", explicó al respecto el jefe de la Brigada de Homicidios de Los Ángeles, comisario Jaime Rojo.
Sin embargo, las consultas efectuadas a fuentes de información, empadronamientos, seguimientos y puntos fijos –que permitieron establecer los lugares que la mujer frecuentaba esporádicamente y su posible nueva apariencia- llevaron a su detención en la vía pública, durante la mañana de ayer.
Tras ello, fue entregada al juzgado correspondiente que, a su vez, solicitó a Gendarmería su reingreso al penal angelino, donde enterará una sanción de 5 años y un día de privación de libertad, como cómplice de homicidio.
[2 de octubre de 2008]
la tribuna]

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