04 octubre 2008

En 2003 Ladrón Lo Mató a Balazos

[Los Ángeles] Ladrón acribilló a profesor jubilado hace 5 años. Familia angelina clama justicia por crimen de su padre.
Asesinato tuvo lugar en un domicilio particular, ubicado en calle Lautaro. Dueño de casa sorprendió al desconocido en el patio de su propiedad y éste le disparó en cuatro ocasiones, lo que derivó en su muerte dos días después. Parientes y abogado querellante aseguran que el responsable de este hecho está plenamente identificado, pese a lo cual aún no es sometido a proceso.
El 10 de junio del 2003, hace 5 años y casi 4 meses, Enrique Arriagada Osses (66), profesor jubilado que se desempeñó por largos años en el Liceo Industrial de Los Ángeles, retornaba de un paseo junto a su esposa Gabriela y uno de sus pequeños nietos.
Así lo recuerda su hija Cristina, la madre del menor: "Eran tipo las 8 de la noche. Mi papá había salido temprano con mi madre, mi hijo, la nana de mi hijo y un amigo a visitar a otro amigo, cerca de Antuco. Volvieron como a las 19:40, nosotros los estábamos esperando afuera, no entramos a la casa con mi esposo. Bajó mi mamá y me dice ‘el niño viene durmiendo, te lo vamos a ir a dejar a la casa'. Lo fueron a dejar a mi casa, y ellos se vinieron de vuelta".
Fue la última vez que vio consciente a su progenitor. Minutos después, un desconocido que se había colado al patio interior de la vivienda ubicada en Lautaro 727, con la intención de robar, disparó en contra del abuelo, quien lo sorprendió in fraganti al salir de la casa para buscar leña. Recibió el impacto de cuatro balas, dos de las cuales le dieron en el abdomen, una en la pelvis y otra en el brazo.
"Yo siempre me preocupaba de que llegaran bien, los llamé. Los llamé como a las 8, 8:05. No me contestaba nadie y pensé que habrían pasado al supermercado o alguna otra parte. Entonces, como a los 5 minutos más me llamó mi mamá para darme la noticia, que un hombre lo había baleado", recordó.
La información colectada en ese tiempo por La Tribuna, indica que el dueño de casa habría incitado a un perro que tenía para amedrentar al delincuente. Sin embargo, esta acción sólo descontroló al sospechoso, quien extrajo una pistola automática calibre 9 milímetros, apuntándola contra el ex profesor y el animal, que resultó herido en una de sus patas.
"Cuando llegamos mi papá se había en un carro policial, porque no llegó la ambulancia, a pesar que mi mamá la llamó en repetidas oportunidades, ésta nunca llegó".
En su huida, el frustrado ladrón se encontró con un transeúnte, a quien baleó a corta distancia, pero sin impactarlo.

Testigo Clave
Gabriela, la esposa del fallecido, es la testigo clave en este caso. Vio el momento preciso en que el individuo percutó el arma que lesionó a su marido y que significó, dos días después, el deceso del padre de familia en el Hospital Base.
"Ella lo vio, vio cuando mi papá estaba baleado y lo reconoció plenamente, lo reconoció en rueda de presos (…) Le vio el rostro, lo identifica plenamente si se lo muestran delgado, gordo o como se lo muestren, mi mamá se acuerda plenamente de él.", aseguró Cristina, quien subrayó que existen, del mismo modo "varias personas que vieron al hombre rondando en la mañana, en la tarde, pero la verdad es que a veces las personas tienen miedo de hablar, por represalias y ese tipo de cosas".
Así lo refrenda su hermano Ramón, a propósito de la reconstitución de la escena del crimen llevada a cabo a principios de esta semana.
Un trámite que recién ahora, tras 64 meses de materializado el crimen, fue ordenado por la Corte de Apelaciones de Concepción.
La queja, en ese sentido, es con nombre y apellido: "La jueza del Segundo Juzgado del Crimen, Norma Elgueta, no ha tenido la dedicación ni la disposición para zanjar este asunto, que ha significado tanto dolor para nuestra familia. Lo único que ha hecho es tratar de cerrar la causa, como si la muerte de mi padre fuera responsabilidad de nadie".
Y es que a su parecer y bajo el punto de vista del abogado que representa a la familia, el autor de la muerte que ha sumido en el dolor a este grupo, estaría plenamente identificado y, pese a ello, aún no es sometido a proceso bajo los parámetros del antiguo sistema procesal penal.
Se trataría de P.A.R.C., un sujeto que acaba de cumplir una condena de 5 años y un día de cárcel, por el violento asalto a un taxista angelino perpetrado el 12 de junio, sólo horas después que falleciera el profesor.
Los familiares de Enrique Arriagada Osses creen que el individuo atacó ese vehículo de alquiler para escapar de la ciudad, una vez propagada la noticia de la muerte del "tata", como todavía se refieren a su pariente. De hecho, P.A.R.C. –quien estuvo presente durante la reconstitución de escena efectuada hace algunos días- fue detenido por la policía durante un control carretero, cuando se dirigía a su natal Vilcún.
Hasta el momento, el sospechoso ha negado toda relación con la situación que se le imputa, indicando que no estaba en la capital provincial de Bío Bío cuando se verificó la agresión contra el docente.
Ni Cristina, ni Ramón -ni tampoco Gabriela, que aún sufre las secuelas que le dejó lo que tuvo que presenciar- aceptan esa declaración, e insisten en que el único posible responsable "debe pagar por lo que hizo".
"Él no robó nada material, pero se robó lo más preciado para nosotros: la vida de nuestro padre, de un hombre trabajador, de la casa, preocupado de sus hijos, de su mujer, de los vecinos. Usted va donde cualquier vecino y le pregunta cómo era Enrique y le van a decir cómo era. Es dura la cosa, es muy dura. Y no poder hacer justicia es doblemente duro".

Abogado Querellante: "Existen Presunciones Fundadas"
"Desgraciadamente, a juicio del tribunal, no se han reunido los antecedentes necesarios para someter a proceso al sospechoso. Es una opinión que no compartimos pues, como parte querellante, entendemos que el delito está acreditado -en el sentido que el profesor Arriagada murió a causa de las lesiones que les provocó un tercero con arma de fuego- y tenemos la convicción de que el autor de ese ilícito está plenamente individualizado", acotó el abogado Arturo Pérez, representante de la familia en esta prolongada causa.
El profesional espera conseguir el sometimiento a proceso del sujeto en cuestión, toda vez que existe un reconocimiento claro y preciso efectuado por la viuda de la víctima, lo cual es apoyado por otros testigos, que sitúan a P.A.R.C. "rondando" el sitio del suceso horas antes del crimen y otros observaron cuando éste escapó luego de, presuntamente, balear al docente jubilado.
Pérez planteó que, por uno u otro motivo, el caso ha sido archivado en varias ocasiones por la jueza Elgueta, "la última de ellas, cuando pedimos nuevamente el procesamiento, lo cual nos fue denegado. La Corte de Apelaciones, si bien confirmó la resolución del tribunal de Los Ángeles, dispuso la realización de varias diligencias, entre éstas la reconstitución de escena", en la que estuvo P.A.R.C.
"Esperamos que este trámite y los demás decretados –por el tribunal de alzada- ratifiquen el criterio de la parte querellante de que existen, a lo menos, presunciones fundadas acerca de la participación de este individuo en el hecho, que ameritan su sometimiento a proceso".
[4 de octubre de 2008]
la tribuna]

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