02 agosto 2006

veinte años para parricida

[Ximena Astudillo] Tribunal de Arica condena a 20 años de presidio efectivo a parricida. A 20 años de presidio mayor en su grado máximo y al pago de una indemnización de 10 millones de pesos, condenó el Tribunal Oral de Arica al ex funcionario de la Municipalidad de Arica, Segundo Salinas Zambrano (56), por el delito de parricidio.
El técnico agrícola degolló con un cuchillo cartonero a su hijo con parálisis cerebral, Augusto Salinas Hurtado (9) el 4 de octubre de 2004.
La fiscal Ana María Cortés, destacó que esta es la tercera condena más alta que establece el tribunal durante la Reforma Procesal Penal. La abogada mencionó que si bien no fueron reconocidas ninguna de las tres agravantes esgrimidas por el Ministerio Público, los magistrados Héctor Gutiérrez, Carlos Rojas y Jorge Quiñones, sancionaron con una alta pena "porque a nadie pudo dejarlo indiferente un horrendo crimen como este, sobre todo porque involucra a un padre y su hijo".
Si bien, el parricida podrá optar a beneficios intrapenitenciarios cuando cumpla la mitad de la condena, ya que no fue sancionado con presidio perpetuo, la fiscal puso en duda que el Comité Técnico de Gendarmería le conceda esta garantía, debido a la gravedad del delito.
La madre del menor, Anselma Hurtado, señaló que "al menos estoy más tranquila que este hombre no andará libre por las calles. Pero nada me consuela, porque él me quitó la razón de vivir. Al menos, se está dando una señal para aquellos padres que maltratan a sus hijos".
Antes de que culminara el juicio oral, con una frialdad absoluta el parricida Segundo Salinas Zambrano (56), señaló que puso fin a la vida de su hijo Augusto, "porque me cansé de verlo sufrir, de ver que su mamá le pegara tanto, y que sus hermanas lo maltrataran".
El parricida se cuidó de no abordar el horrible pasaje del degollamiento de su hijo y los momentos previos al crimen, específicamente cuando salió con el pequeño para ir supuestamente a comprarle un bono médico.
En su testimonio, Salinas intentó definirse como un padre ejemplar, afirmando que era el único que se ocupaba de su hijo.
El hombre aseguró que lo iba a buscar diariamente a su hogar para llevarlo al colegio y que siempre lo transportaba al médico.
Asimismo, dijo que "yo no tenía vergüenza por Augusto, sino que sufría mucho al verlo enfermo".
Esta versión fue absolutamente desmentida con los testimonios de la madre y las 3 hermanas de la víctima, quienes declararon ante el tribunal que el padre sólo proporcionaba 30 mil pesos para los gastos de Augusto. También el kinesiólogo de la Escuela F-22, Dennis Jiménez, con el que se atendía el menor, reveló que el padre nunca participó como apoderado del niño y que su madre se ocupaba de esa tarea.
[Ximena Astudillo]
[2 de agosto de 2006]
la tercera]

No hay comentarios.: