22 agosto 2008

Retrato del Psicópata del Pincel

[Santiago] Carla Ramos se desmayó cuando le pidieron reconocer a Antonio Carvajal. Dramático relato de joven que acusa al ‘psicópata del pincel'.
María Isabel Pérez, la universitaria violada y asesinada, no conocía al "profesor" de pintura. Carla Ramos le pidió que la acompañara, pero no le contó que Carvajal la golpeaba para tener sexo con ella.
Un escalofriante relato hizo ayer la principal testigo en contra de Antonio Carvajal Valdivieso (41), el ‘psicópata del pincel'. En el tercer día de juicio, Carla Ramos Espinoza (20) contó entre llantos cómo el "profesor" de pintura mató y enterró a María Isabel Pérez (26). La joven se desmayó cuando debió reconocer a Carvajal.
Ramos indicó que había conocido a éste en marzo de 2007, en una fiesta en su casa- Juan Bagynka 3459-A, Macul-, donde llegó invitada por una amiga. Él le dijo que tenía rasgos muy llamativos y la invitó a modelar para un concurso de fotografía con un premio de un millón de pesos.
Carvajal -añadió la joven- le mostró el tipo de fotos que quería hacerle, unos semidesnudos del torso, a lo cual ella accedió. Tiempo después, Carvajal le aseguró que un jurado del concurso, un tal Alexander, había visto las fotos y que le habían gustado.
Ramos comenzó a recibir correos electrónicos del tal Alexander, que la animaba a seguir participando. Carvajal le pidió que las imágenes incluyeran sexo entre ambos, para que sus expresiones fueran "más intensas", a lo cual ella accedió. Pero cuando intentó retirarse, él la chantajeó con divulgar las fotos.

Comienza el Horror
Según la joven, Carvajal también la amenazó con golpear a sus padres y sus hermanos si no aceptaba la "relación". Ramos debía asistir a sesiones de fotografía que incluían sexo y si se negaba, el "artista" la golpeaba.
El 10 de septiembre de 2007, recordó Carla, la llamó una mujer para ofrecerle un empleo, gracias a presuntas gestiones de Carvajal. Se vistió formal para acudir a una cita, tras recibir instrucciones del "profesor". En la casa del sujeto, él la violó a punta de cuchillo y la golpeó, porque ella seguía viendo a su pololo.
En el instante en que era castigada, a la casa de Carvajal llegó Iván Rosas, un cliente que le encargaba pinturas. El visitante pidió un "papagayo" y un "campestre" que Carla y el "artista" elaborarían en conjunto. Ese mismo día la joven vio en el patio, bajo un parrón, un hoyo. Carvajal dijo que "era para la basura".

"Yo Te Acompaño"
El 14 de septiembre de 2007, día del crimen, Carla no quería ir sola a terminar las pinturas. María Isabel Pérez Aravena, su compañera de Pedagogía en la Universidad de Ciencias Informáticas, se ofreció a acompañarla. Ella no conocía a Carvajal, quien las recibió en la estación Macul del Metro. Eran cerca de las 16:30 horas.
Entre llantos, Carla recordó que llegaron a la casa y que, sin motivo aparente, Carvajal "comienza a pegarle a mi amiga con un palo en la espalda cerca de la nuca... mi amiga se pone a gritar ¡qué pasa, qué pasa! y él me dice ‘mira lo que me obligas a hacer... con tus mentiras, siempre con la cizaña, con tu desconfianza'..."
"Luego, mi amiga se para y se sienta en la cama... yo trato de taparla para que no le pegue, pero igual le pega y me dice que le cuente todo lo que le había hecho... que me sacaba fotos, que supuestamente hubo una relación, que yo lo había engañado... Luego tengo una imagen vaga... estoy en una esquina... mi amiga está tirada... y él le pega patadas en la cabeza... ella está saltando y le sale sangre por la boca... yo la tomo y no se mueve..."

Con un Cuchillo
"Al otro día (sábado 15) desperté en la cama de Petre (otro ocupante de la casa, sin participación en los hechos)... Me dolía mucho la cara... el cuerpo... Él (Carvajal) me pasa un espejo y me miro... Tenía los ojos y la boca hinchados, mi cara negra, un corte en la cabeza. Toda mi ropa colgada, manchada de sangre y yo le pregunto dónde está María Isabel y él me dice que la fue a dejar al Zanjón de la Aguada, y le había dado 2.000 pesos para locomoción".
"Luego me pasa un cuaderno y un lápiz para escribirle una carta a mi mamá de despedida... me hace escribir otra carta dirigida a la universidad, no recuerdo el contenido... Después, cuando él se descuida, escribo en el cuaderno ‘ayuda', ‘ayúdame por favor'... De ahí él se acuesta a mi lado, pidiendo que lo acaricie... ¡siempre con un cuchillo!... debajo de la almohada, amenazándome que me iba a matar..."
"Cuando desperté miré por toda la pieza y no estaba. La cama estaba junto a la ventana, la abrí un poco y lo vi removiendo el suelo debajo del parrón...". Carla añadió que Carvajal le pasó un balde con agua y una escobilla para limpiar la sangre de las paredes.

Escapa del Psicópata
En la noche del sábado 15, Carla recibió una llamada de la gente que la buscaba y se le ocurrió cómo escapar. Le dijo que había dejado en su pensión la dirección de la casa "así que iban a llegar los detectives a buscarme. Lo abracé y le dije que me perdonara..."
Carvajal, según la joven, llamó a su madre en Limache y le avisó que irían de visita por un "problema" de Carla. Antes de viajar, Carvajal intentó llevarla a la casa de una alumna de pintura, siempre bajo amenaza. Cuando caminaban por la calle, Carla vio una ambulancia detenida en un semáforo y corrió a pedir ayuda. Justo en ese momento también se detuvo un carro policial.
"Antonio tira el bolso y arranca hacia la casa. Carabineros me baja de la ambulancia y yo no quería que ningún hombre me tocara... ¡y gritaba que él había matado a mi amiga y la tenía enterrada en el patio y que me quería matar...!". Finalmente, la policía concurrió a la vivienda y encontró el cadáver de María Isabel Pérez.

¿Para Quién Era el Foso?
El fiscal Rodrigo Lazo sospecha que el foso que Carvajal cavó en el patio de su casa estaba destinado para Carla Ramos, "eso sólo lo sabe el imputado", indicó. En su relato, la joven recordó que Carvajal le dijo que "en este hoyo voy a enterrar toda la rabia y las cosas malas que han pasado entre nosotros".
[Claudio Leiva Cortés]
[22 de agosto de 2008]
la nación]

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